¿Alguna vez te has topado con un lugar que no solo quieres mirar… sino pintarlo? Eso fue lo que me pasó en Beniel. Pero no con un paisaje cualquiera. Yo elegí representar una parte muy especial de su historia: los Mojones del Reino, también conocidos como “Los Pinochos”.
Y no, no es broma: en Beniel hay unos mojones más históricos que muchos castillos. Fueron colocados ahí nada menos que en 1304 para marcar la frontera entre Castilla y Aragón. ¡Estamos hablando de más de 700 años de historia esculpida en piedra! 🪨
Cuando fui, lo tuve claro: esos mojones no eran solo piedras, eran testigos silenciosos del paso del tiempo, y merecían protagonismo. Así que me llevé mi caballete, mis óleos… y una idea entre ceja y ceja.
🧠 Los Mojones del Reino: la inspiración eterna de un paisaje murciano
No podía simplemente pintar “el típico paisaje bonito”. Lo que buscaba era crear algo con alma, algo que conectara con la gente de Beniel y que también sorprendiera. Y entonces, decidí probar algo diferente: trabajé la escena con tonos azulados, intentando replicar ese efecto que tiene un buen dibujo a bolígrafo, tan detallado, tan fino… pero usando solo óleo.
Fue un reto enorme. Durante horas no sabía si estaba creando arte o simplemente un boceto extraño. Pero paso a paso, pincelada a pincelada, los Mojones empezaron a cobrar vida sobre el lienzo.
Y cuando terminé, lo sentí: esa era una de las obras más personales que había pintado jamás.
Porque no solo representaba un paisaje de Beniel. Representaba su historia, su carácter, su memoria colectiva. Y pintarlo fue mi forma de rendir homenaje a eso.
🎨 Pintura al óleo con alma: el experimento azul de Beniel
Esta pintura tiene un giro muy particular. En lugar de los tonos terrosos o verdes tradicionales en un paisaje murciano, me lancé con una paleta monocromática en azul. ¿Por qué?
Porque buscaba algo que no solo destacara en una pared, sino que contara algo más: que mostrara cómo un lugar histórico puede verse con ojos nuevos, reinterpretarse desde lo contemporáneo.
🖌️ Técnicamente, es una obra en óleo sobre lienzo montado en bastidor, de tamaño medio, ideal para interiores. Está tratada con barniz protector y lista para colgar.
👁️🗨️ El nivel de detalle en los mojones te hace acercarte al cuadro como si estuvieras a punto de tocarlos. Pero no solo son piedras : tienen personalidad, tienen presencia.
Muchos me han dicho que parece sacado de una ilustración antigua o un grabado moderno. Y eso me encanta, porque era justo el efecto que buscaba.
🏡 Cuando una pintura quiere quedarse en casa: arte con raíces
Este cuadro, más que una pieza de arte, es una parte de Beniel. Por eso, me encantaría que se quedara aquí, en su tierra. Que lo adoptara alguien que entienda lo que significa.
Puede que tengas un negocio local y quieras darle carácter a tu espacio. Puede que tengas raíces en Beniel o que simplemente valores el arte con historia. Sea como sea, esta pintura no es solo decoración: es conversación, es identidad, es un fragmento de un lugar que ha resistido siglos.
🖼️ Paisaje de Beniel en venta: una obra original que habla por sí sola
Sé que hay muchas pinturas en venta, muchas imágenes bonitas colgadas en paredes… pero pocas con tanto alma local y con una historia detrás tan poderosa.
Este cuadro es único: no hay copias, no hay impresiones. Es una obra original, firmada, barnizada y lista para acompañarte toda la vida.
✨ Reflexión final: el arte de pertenecer a un lugar
Pintar este cuadro fue una aventura artística, pero también emocional. Me permitió conectar con la historia de un pueblo, reinterpretar sus símbolos y crear algo que —ojalá— toque también a quien lo vea.
Los Mojones del Reino siguen ahí, estoicos. Mi cuadro también.
Solo falta que encuentre su hogar. Tal vez ese hogar… sea el tuyo.
El arte no muerde 😉
Y esta pintura no espera eternamente…
